jueves, 17 de abril de 2008

Viento


Una caída jugando al fútbol, un ataque de asma, deficiencias en la señal de televisión. Todo eso lo puede traer el viento, pero también puede traer aromas nuevos y maravillosos, calorcito de otros rincones, o empujar hasta nuestros pies un papel que perdímos en el que estaba apuntado el teléfono de alguien a quien llevamos mucho tiempo pensando en llamar y eso nos hace no demorarlo más.

No siempre es a favor, está claro, pero me gusta el viento.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues será el viento el que me trajo el papel donde anoté tu blog y me lo he leido del tirón. Le pediré que, suave, no deje de soplar.

Anónimo dijo...
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