martes, 1 de abril de 2008

Despertar


Hoy ha amanecido de un azul que me resulta nuevo y es como si las zapatillas anduvieran solas. Si ves que voy demasiado deprisa dímelo, no quiero que el ritmo de la marcha haga que se me escapen cosas que merezca la pena contemplar.

Da igual que te parezcan insignificantes, hay veces que un olor a estofado, el sonido del viento entre las ramas de un árbol, o un color como el azul de hoy pueden disparar en mi cabeza vivencias que sea bonito recordar o incluso planes nuevos que amplíen mis horizontes.

No sabes cuánto te agradeceré que me despiertes de mi letargo.

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