lunes, 28 de abril de 2008

Energía


Me ha alegrado mucho oírte tan bien. Reencontraste esa energía que tanto atrae y que no estaba perdida, sólo despistada tras un rincón porque es tan inquieta que si le quitas un minuto la vista de encima ya no sabes donde está. Tenías motivos de sobra para mirar a cosas más importantes pero ahora todo está de vuelta en su sitio.

Déjame quedarme un poquito de esa energía que me has mandado hoy, me vendrá bien y me recordará más a menudo que te tengo cerca. Será un motivo para dar gracias al Cielo pero también para proponerme cuidarte más.

Dale también un poquito de esa energía a ella, o mejor, dile que la tome cuando la necesite pero mírate al espejo, comprueba a cada poco que sigues sonriendo. Que ni el poquito de energía que yo te pido, ni el que ella necesita, ni el hombro que a veces le duele a él, ni la preocupación por esos dientes que se niegan a hacerle caso a la naturaleza haga que el espejo deje de devolverte esa preciosa sonrisa que tú tienes.

Lo dice mejor nuestro querido Sabina que yo, faltaría más.

"Que el maquillaje no apague tu risa, que el equipaje no lastre tus alas... "

1 comentario:

Viky dijo...

Qué bonito, Pablo. Escribes unos textos que se salen. Y me alegro
:-))
Feliz día.