viernes, 5 de octubre de 2007

Espectáculo en el oído


Se empeñan en mostrarme con la ciencia sonidos que son imperceptibles para mi. Sin molestarme que lo hagan, me pilla demasiado lejos. Hay un montón de sonidos cotidianos que tengo que saborear mucho antes que eso.

El agua cayendo a manta ayer por la noche como para limpiar toda la suciedad antes de seguir adelante, tus suspiros que ya no están, mi respiración agitada cuando me pongo nervioso por algo sin importancia, mi corazón acelerado mientras marco tu número, el timbre de la puerta anunciando un reencuentro, el interruptor que enciende y apaga Rubén en la habitación de al lado pensando que no me doy cuenta y el instante de ternura que saboreo antes de decirle una vez más que no lo haga.

Creo que no me va a dar tiempo a escuchar nunca una tormenta en Saturno.

No hay comentarios: