lunes, 22 de septiembre de 2008

Fijar la mirada


Está muy claro, cuando miro hacia ese lugar que me inspira confianza todo va bien pero, como Pedro caminando sobre las aguas, cuando me da el viento en la cara y dejo de mirar hacia ese punto todo se me tambalea y me pongo muy nervioso.

Respiro hondo, busco, encuentro y la calma regresa pero ¡Qué mal rato! aunque apenas sean unos minutos.

Tengo que aprender de tu serenidad ¿me ayudas?

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