
Está muy claro, cuando miro hacia ese lugar que me inspira confianza todo va bien pero, como Pedro caminando sobre las aguas, cuando me da el viento en la cara y dejo de mirar hacia ese punto todo se me tambalea y me pongo muy nervioso.
Respiro hondo, busco, encuentro y la calma regresa pero ¡Qué mal rato! aunque apenas sean unos minutos.
Tengo que aprender de tu serenidad ¿me ayudas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario