martes, 18 de septiembre de 2007

Algo he aprendido


Salimos del restaurante junto a la playa cogidos de la mano. Supongo que hace una noche preciosa como la de ayer pero sólo me fijo en ti.

Te miro y digo, qué preciosa eres. ¡No empieces! – me replicas – y no sé si te das cuenta o no pero esas palabras duelen.

De lo que no te has dado cuenta es que he aprendido a admirarte sin necesidad de estar hundido.

No hay comentarios: