
Crece la esperanza de un nuevo futuro en el que, por fin, podrás hacer las cosas tal y como crees que puedes hacerlas. Crece también la confianza en ti mismo. Crecen amores que antes estaban adormilados, acaso casi perdidos. Espero que no me llames agorero pero déjame decírtelo, ten cuidado no sea que tantas cosas buenas te vayan a hacer bajar la guardia.
Trabaja duro, lucha, disfruta mientras tanto y, cuando haya cosas que no salgan, piensa en la espiral de la que te hablaron y no detengas un camino por un tropezón. ¡Suerte, amigo!