martes, 7 de octubre de 2008
Cauces
El ser humano, ignorando la fruerza de la naturaleza, mira a su futuro y cambia el cauce del río. El pueblo prospera y todos aplauden pero llega la temporada de lluvias y el río se resiste a ir por un sitio que no es el suyo.
El río sobrepasa el cauce que prepararon los que no le conocían. Pisotea el pueblo y sus gentes lloran amargamente sus planes rotos.
Es difícil de entender, pero conviene aceptar que nuestros planes no siempre son lo mejor ni lo más importante
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