
Se entreabre la puerta y no puedes evitar la tentación de asomar la nariz.+
Te gusta lo que ves ahí dentro pero, después de recrearte unos momentos, te das la vuelta y te marchas porque reconoces que lo que has visto pertenece a tu pasado.
Al llegar a la cama tienes la tentación de sentirte triste por haber cedido pero a los pocos segundos te das cuenta de que en realidad has salido victorioso del envite
No hay comentarios:
Publicar un comentario